El árbol es una "máquina" compleja capaz de extraer, transportar y transformar químicamente la materia para alimentarse y crecer.
El árbol extrae continuamente el agua y los minerales del suelo por sus raicillas (pelos absorbentes de las raíces). Esta solución constituye la savia bruta que se mueve desde las raíces hasta las hojas a través del xilema.
El tronco y las ramas transportan la savia bruta de las raíces a las hojas y la savia elaborada (nutrientes) de las hojas a las raíces. Los minerales se depositan en el trayecto e intervienen en la reproducción celular del árbol.
Las hojas son el lugar principal de las reacciones químicas donde la savia bruta se enriquece con los azúcares generados por la fotosíntesis.