En telecomunicaciones, una señal puede ser transportada de diferentes formas: por aire con enlaces de radio (ondas hertzianas), por una señal eléctrica (hilo de cobre), pero también por luz (fibra óptica). Una fibra óptica está hecha para transportar luz. Los rayos obedecen las leyes de la óptica geométrica. Un rayo se propaga en línea recta en la fibra siempre que el índice de refracción no cambie. Las leyes de la refracción se aplican tan pronto como el rayo cambia de medio.
Hay dos tecnologías de fibra óptica. Fibras de índice escalonado y fibras de índice de gradiente.
Según el ángulo del rayo incidente y su longitud de onda, la luz sigue un camino más o menos largo. Si la señal transmitida es una superposición de varios rayos (multimodal), la diferencia de trayectoria de cada uno de los rayos provoca la dispersión. La reconstrucción de la señal unos kilómetros más adelante presenta errores (distorsión de la señal). Cada tecnología de fibra tiene sus pros y sus contras.