Cuando tocamos un Do en la mayoría de los instrumentos musicales, hacemos resonar un conjunto de notas además del Do fundamental. Éstas notas son los harmónicos.
Aún cuando son de intensidad más débil, ellas participan a nuestra percepción del timbre de un instrumento. Reconoceremos en los primeros harmónicos de la serie las notas que corresponden al acorde perfecto (quinta-tónica y tercera-mayor).
Es por esta razón que tal acorde nos parece “harmonioso” y equilibrado. Al tocar la tercera y la quinta junto con la tónica, lo que hacemos es reforzar las notas que ya están presentes en la nota tónica.