La metanización, también conocida como digestión anaeróbica, es una técnica utilizada para recuperar desechos orgánicos de la agricultura (excrementos de animales, residuos de granos, desechos de plantas) y ciudades (desechos domésticos orgánicos, lodos urbanos).
El digestor es el elemento central del proceso. Es en el digestor donde la degradación de la materia orgánica por los microorganismos tiene lugar en ausencia de oxígeno (anaeróbico), a diferencia del compostaje, que tiene lugar en presencia de oxígeno (aeróbico).
Después de unos cuarenta días de calentamiento y agitación, los resultados son "biogás" y "digestato", que es un lodo rico en materia orgánica. Estos dos subproductos de la digestión anaerobia se usan de la siguiente manera:
La metanización reduce la cantidad de desechos enviados a los incineradores y envía energía y fertilizantes producidos localmente a las ciudades y granjas.